LA HERENCIA QUE RECIBIMOS DE LOS NEANDERTHALES

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         El Homo neanderthalensis fue una especie que habitó principalmente en Europa y partes de Asia, entre 230,000 a 28,000 a. C. que a su vez, la especie Homo sapiens migraba del continente Africano. En la que estudios recientes, publicados en las revistas Nature y Science, revelan que a partir de DNA extraído de los fósiles de ambas especies y al ser analizados a profundidad, se tiene la certeza que las especies de Homo sapiens y Homo neanderthalensis tuvieron descendencia hacia unos 100,000 años a. C.

         A partir de este nuevo estudio, al analizar el genoma del humano moderno, se demostró que, entre un 1% y un 4% del genoma de personas de ascendencia euroasiática es de origen neanderthal. Fruto del avance tecnológico y científico en la obtención y análisis de DNA de los fósiles, la presencia de DNA neanderthal en el genoma de muchos de los humanos actuales, es uno de los descubrimientos más sorprendentes de los últimos años en el campo de la evolución humana. De esta información se extrae que ambas especies tuvieron contacto reproductivo tras su migración desde África y que aún existen huellas de esta mezcla de las poblaciones en nuestro genoma.

DNA FACE

                 Sin embargo, se desconocían que efectos podría tener el DNA neanderthal sobre las características o salud de los humanos modernos. Estudios recientes aportan nuevas claves de la influencia del DNA neanderthal en nuestra especie, al revelar que afecta a diferentes rasgos relacionados con el sistema inmune, la piel o condiciones psiquiátricas y neurológicas; para este estudio, se contó con las muestras biológicas de 28,000 pacientes con sus respectivos historiales clínicos electrónicos, a partir de esto, el equipo utilizó los datos genomicos disponibles para predecir en cada persona la presencia y localización de fragmentos de DNA neanderthal y cruzó eta información con la correspondiente a los historiales clínicos y diagnostico de cada individuo.

               La resultante a dicho estudio, muestran que la presencia de ciertos alelos de origen neanderthal, está asociada a fenotipos neurológicos, psiquiátricos y dermatológicos existentes en los humanos modernos.

           Por ejemplo, los investigadores encontraron que algunas variantes influyen en el riesgo a desarrollar queratosis actínica, o bien, dichas variantes genéticas de origen neanderthal, afecta a la velocidad de coagulación sanguínea, haciéndola más rápida. en otros tiempos, esta cualidad podría haber beneficiado a los neanderthales, en la que una rápida coagulación en las heridas podía facilitar la supervivencia. No obstante, en nuestro tiempo, una rápida coagulación, aumenta el riesgo a padecer infartos o trombos, problemas poco comunes en un momento de la historia de la evolución humana en la que una gran parte de la población moría joven.

             Uno de los resultados más sorprendentes del trabajo, es la relación encontrada entre algunos fragmentos de DNA neanderthal y características psiquiátricas, como por ejemplo, la depresión. Los investigadores encontraron que un conjunto de variantes neanderthales en una posición determinada en el genoma, aumenta el riesgo a desarrollar depresión, pero, estas variantes, en otra posición del genoma, lo reducen. Otro cambio genético adquirido del genoma neanderthal está asociado con la adicción a la nicotina lo cual aumenta el riesgo a desarrollar adicción al tabaco.

            Algunos de los alelos neanderthales, muestran también asociación con incontinencia urinaria, dolor en la vejiga o alteraciones en el tracto urinario. Sin embargo, los alelos de origen neandertal no son necesariamente perjudiciales, los investigadores sugieren que la mayor parte de los genes neanderthales podrían haber proporcionado a los humanos modernos ventajas adaptativas hace 40,000 años, conforme migraban a los ambientes no africanos en los que existían diferentes patógenos y diferente niveles de exposición solar. Como consecuencia de los cambios en el medio ambiente y estilo de vida, estos cambios, inicialmente benéficos, podrían dar lugar a enfermedades en las condiciones actuales.

         En el caso de las enfermedades psiquiátricas, Corinne Simonti, primera autora del trabajo, explica que, dada la gran complejidad del cerebro, es razonable esperara que la introducción de cambios en una diferente ruta evolutiva (el linaje neanderthal) pudiera haber tenido consecuencias negativas.

             El equipo de Capra trabaja ahora para entender a nivel molecular cómo influyen los fragmentos de DNA neanderthal sobre las enfermedades humanas.

             ¿Qué se espera lograr?

             Los investigadores confían en ampliar el conocimiento de los mecanismos que intervienen en estas enfermedades y desarrollar métodos para prevenirlas. Además, el equipo se plantea analizar la reacción entre variantes genéticas de origen neanderthal y otras variables incluidas en los historiales médicos, como imágenes médicas o resultados de pruebas de laboratorio.

HAND DNA

Fuente: http://revistageneticamedica.com/2016/02/18/herencia-neandertal-adn/


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